Proyecto Lace Dress. Kirsten Brinckmann

En octubre del 2021 mi amiga Antje González me habló del proyecto Lace Dress de Kirsten Brinckmann que consistía en hacer un vestido con pequeñas piezas de encaje de bolillos. Me pareció una bonita e interesante iniciativa y decidí participar. Hable con mis alumnas y dos, Inma y Nuria decidieron unirse también.

Kirsten nos proporciono las formas y medidas de cada pieza y nosotras podíamos elegir cuales queríamos hacer y cómo.

El diseño y ejecución de estas pequeñas piezas ha resultado una tarea divertida, entretenida, muy, muy interesante y estoy muy feliz de haberla realizado.

En un primer momento, no me puse a trabajar en ello, estaba falta de inspiración, y además comprometida con mi amiga en otro proyecto personal, estudiar conjuntamente un par de cursos de Pierre Fouche, sobre fondos de Binche y adaptaciones de los mismos… Habíamos decidido además aprovechar esta práctica para recordar con su ayuda mis olvidados conocimientos del programa Knipling para dibujar patrones y diagramas de Petra Pönisch. Diseñamos sendas piezas y si bien Antje ejecutó materialmente la suya, yo no, llevo años centrada en los encajes de cinta o en el contemporáneo y figurativo y mi pieza circular precisaba demasiados bolillos para mi gusto. Pero entonces se me ocurrió que podía adaptar una parte de mi diseño a una de las piezas propuestas por Kirsten y me puse manos a la obra.

De entre todas ellas, elegí el  rombo para esta primera pieza y con ayuda del programa Knipling y mis recién recuperados conocimientos, diseñé un patrón y su diagrama de color utilizando como base un característico motivo del encaje de Binche, los conocidos copos de nieve, aunque ligeramente deformados. Y para realizar el cierre de los muchos bolillos que necesitaba, incluso siendo una pieza tan pequeña, me decidí por un remate invisible siguiendo el método aprendido con Martina Wolter-Kampmann.

Y este fue el resultado final

 

La inspiración para la segunda pieza vino mientras intentaba resolver una duda que me habían planteado acerca de uno de los motivos característicos del encaje tradicional gallego, la “floriña” de Camariñas… Muchos años atrás, en mi primer curso con mi gran maestra Mariña Regueiro había realizado el motivo, pero nunca más lo había repetido, al repasar mis apuntes para resolver la duda y hacer una muestra, se me ocurrió el diseño de mi segundo rombo, añadí a mi floriña de prueba, otras tres más y las rodeé con otro motivo característico del encaje gallego, el llamado “acordeón”. Y para afianzar mis conocimientos del programa Knipling volví a utilizarlo para hacer el pequeño patrón.

           

              

          

Y este fue el resultado final

 

En el caso de la tercera pieza la inspiración vino de que soy una gran entusiasta de los encajes de cinta, de los encajes bohemios (Chequia y Eslovaquia), y de una pieza de Lenka Malatova, que había visto en uno de sus libros, en la que utilizaba una esquina que me parecía muy interesante.

La pieza de Lenka, me resultaba original en su conjunto, pero nunca llegaba el momento de hacerla, así que pensé que podía adaptar la idea a otro pequeño rombo cuadrado. Como mi pieza era una miniatura, la cinta debía ser más estrecha, tenía que usar menos bolillos y que su número cuadrase en la esquina, cambiar los modelos de las cintas decorativas, solucionar el centro y elegir un hilo mucho más fino… vamos que tuve que pensar bastante para adaptar el diseño, pero al final conseguí mi objetivo. Y una vez más conté con la ayuda del programa Knipling para dibujar el patrón.

     

Y este fue el resultado final

 

Después de tres rombos cuadrados me pareció que había llegado el momento de cambiar de forma, y me decidí por el rectángulo. Pensé que se adaptaría mejor a la idea que quería poner en práctica, una de esas piezas que siempre te apetece hacer, pero para las que nunca encuentras tiempo, en este caso la autora era Gisela Wirtz. Adaptar la idea a mi rectángulo también me dio que pensar bastante, pero esa es la parte más divertida, superar los pequeños retos. Para hacer el diseño, volví a utilizar el programa Knipling. La versión final difiere un poco de la primera idea.

  

Y este fue el resultado final

Y hablando de retos… diseñar algo para un triángulo me pareció uno muy interesante. Y como ya he manifestado que los encajes de cinta me gustan mucho, me decidí por uno de mis favoritos, el encaje de Milán. Para dibujar el patrón volví a utilizar el programa Knipling, pero esta vez el diagrama lo dibuje a mano. Como en las cuatro piezas anteriores me divertí mucho con su preparación y su elaboración. 

       

   

 

Y aquí se puede ver el resultado final

 

Me gustaría añadir una pequeña referencia a la entusiasta participación en este proyecto  de mis alumnas y amigas Inma Mercadal y Nuria Martinez, las cuales han disfrutado también con la tarea de diseñar y ejecutar estas pequeñas piezas.

No quiero terminar este pequeño articulo sin agradecer a Kirsten la oportunidad que me ha dado de participar en este proyecto que tan grato me ha resultado de llevar a cabo y con el que he podido disfrutar de mi afición favorita: hacer encaje de bolillos.